18 de junio de 2013

"La caverna", de José Saramago

FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa, Novela
Traducción: Pilar del Río
Editorial: Alfaguara

SINOPSIS:
Una pequeña alfarería, un centro comercial gigantesco. Un mundo en rápido proceso de extinción, otro que crece y se multiplica como un juego de espejos donde no parece haber límites para la ilusión engañosa. Todos los días se extinguen especies animales y vegetales, todos los días hay profesiones que se tornan inútiles, idiomas que dejan de tener personas que los hablen, tradiciones que pierden sentido, sentimientos que se convierten en sus contrarios.
Una familia de alfareros comprende que ha dejado de serle necesaria al mundo. Como una serpiente que muda de piel para poder crecer en otra que más adelante también se volverá pequeña, el centro comercial dice a la alfarería: «Muere, ya no necesito de ti».
La caverna, una novela para cruzar el milenio.
Con las dos novelas anteriores "Ensayo sobre la ceguera" y "Todos los nombres", este nuevo libro forma un tríptico en que el autor deja escrita su visión del mundo actual. José Saramago (Azinhaga, 1922) es uno de los novelistas portugueses más conocidos y apreciados en el mundo entero. Desde 1993 vive en Lanzarote. En 1998 recibió el Premio Nobel de Literatura.

OPINIONES:
Fue la lectura de junio de 2022 en el Club de Lectura.

Basada en el mito de la caverna, se trata de una alegoría protagonizada por Cipriano Algor, un alfarero que empieza a percibir como su profesión, su entorno, su vida, comienza a estar fuera de lugar frente a un modelo social completamente diferente. Una sociedad basada en el consumismo, aparentemente más radiante. A lo largo de sus páginas he conectado con los protagonistas, he experimentado sus temores e incertidumbres. La prosa de Saramago es simplemente deliciosa.
Ana Rayas

“Cuando la furgoneta llegó al final de la rampa y se detuvo, unas cuantas cosas sucedieron simultáneamente, o con intervalos mínimos de tiempo, Marta apareció en la puerta de la cocina, el alfarero y el guarda interno salieron del coche, Encontrado gruñó, Marta vino hacia Marcial, Marcial fue hacia Marta, el perro dio un gruñido profundo, el marido abrazó a la mujer, la mujer abrazó al marido, luego se besaron, el perro dejó de gruñir y atacó una bota de Marcial, Marcial sacudió la pierna, el perro no soltó la presa, Marta gritó, Encontrado, el padre gritó lo mismo, el perro dejó la bota e intentó morder el tobillo, Marcial le dio un puntapié con intención pero sin demasiada violencia, Marta dijo, No le pegues, Marcial protestó, Me ha mordido, Es porque no te conoce, A MÍ NO ME CONOCEN NI LOS PERROS, estas PALABRAS TERRIBLES salieron de la boca de Marcial como si LLORASEN, DOLOR y QUEJA INSOPORTABLES cada una de ellas, Marta rodeó con las manos los hombros del marido, No repitas eso, claro que no lo repitió, no era necesario, hay ciertas cosas que se dicen una vez y nunca más, Marta oirá estas palabras dentro de su cabeza hasta el último día de su vida,”

Fue la lectura conjunta del mes de Junio 2022 en el Club de Lectura de Literatura+1, obra que José Saramago, portugués (1922-2010) publicó en el año 2000: fue su duodécima novela y la primera después de recibir el Premio Nobel de Literatura 1998.
LA CAVERNA es una novela filosófica, sociológica y psicológica que desarrolla y ejemplifica el tema de la Alegoría de la Caverna de Platón en la vida moderna, y su influencia en el futuro de la humanidad: invasivas y agresivas informaciones e imágenes que nos atacan con una constante distorsión de la realidad, creando una percepción ficticia que favorece los intereses creados de entidades abocadas a manipular a las masas para su provecho ... por medio de propaganda, mercadeo, falsas noticias, mensajes subliminales, música hipnotizante, ofertas ... creando lavado de cerebro y alienación; provocando o acelerando la desaparición de costumbres, tradiciones y profesiones; trasmutando lo natural en lo artificial ... Y me pareció muy simbólico el año de su publicación, el 2000, al inicio de un nuevo milenio de nuestra era ...
Para escenificar la Alegoría de la Caverna, Saramago se vale de la historia de Cipriano Algor el alfarero, y su familia, que enfrentan de repente muchos cambios importantísimos en su vida: el más terrible es el fin de la aceptación comercial de los productos artesanales de la alfarería; aunque esperado, terriblemente desarraigante es el cambio de domicilio de toda la familia, de una aldea rural a una urbe moderna dentro de un centro comercial de mercadotecnia muy agresiva; por inesperado, este cambio conlleva grandes reflexiones y alteraciones de rumbo: la hija Marta sale embarazada; el yerno, Marcial, por fin, es ascendido a guarda residente de dicho centro comercial ... Todos estos cambios estremecen los cimientos de la estabilidad emocional de la familia y los conducen a plantearse nuevas ideas que desembocan en toma de decisiones vitales.
Es importante, a mi parecer, destacar que el manejo de las palabras fue DELEITE Y ARTE de Saramago ... y disfrutando de la belleza de esta obra, de su lenguaje rico y poético, al mismo tiempo que fuerte y vigoroso, lleno de refranes antiguos y de sentencias filosóficas, pero sobre todo de figuras literarias y metáforas preciosas, artísticas, creadas de pura poesía, tengo que reconocer que ese lenguaje ha sido REALZADO por la amorosa y maravillosa traducción de Pilar del Río, la amante esposa del autor José Saramago.
Su gran amor se siente reflejado en los personajes de Marta y Cipriano, muy compenetrados en la alfarería, metáfora de la creación, como están Pilar y José, en la creación de la obra y en su traducción.
Parte muy importante del arte de Saramago en la utilización del lenguaje es su controvertido uso de la puntuación ... licencia artística que maneja con maestría, creando una oralidad escrita al construir oraciones fluidamente, pausadas por la respiración y marcadas por conjunciones, preposiciones y otras partes de la oración ... Esa innovadora técnica literaria le ha valido críticas y también odios o amores de parte de los lectores ... aunque ha sido usada también por otros escritores.
Aprovecha Saramago el uso de proverbios y dichos populares para desarrollar ideas sobre temas filosóficos como el tiempo, la juventud y la vejez, el amor … también expresa opiniones sobre asuntos como el pudor masculino, la ternura, la soledad, los perros, las relaciones filiales, la comunicación en la familia, etcétera ...
El genial Saramago tiene también el don de saber transmitir las emociones de los personajes en forma tan efectiva, que a mí me causan angustia algunos pasajes culminantes de sus obras, aunque la felicidad, la ternura y el amor también se captan.
Los nombres de los personajes tienen significados alegóricos a sus personalidades… Aparte de los tres protagonistas, hay en la obra entrañables personajes secundarios, como el perro Encontrado, la banca de las meditaciones, la viuda Isaura, la casa, la alfarería y el horno ... y los cacharros y figuras, amados frutos del arte y el sudor de la familia.
LA CAVERNA es una novela tremendamente humana que nos trae un mensaje de ALERTA, que nos despierta a plantearnos SERIOS PROBLEMAS SOCIOLÓGICOS cuya resolución sería muy importante para el futuro de la raza humana, cuestión que ya fue propuesta por el filósofo Platón 300 años antes de Cristo y que tiene cada vez más actualidad, y hoy más importancia que nunca ... en la persecución de la felicidad y la conservación del planeta.

“Cipriano Algor permanecerá algunos minutos junto a la tumba de la mujer, no para rezar unas oraciones que ha olvidado, ni para pedirle que, allá en la empírea morada, si a tan alto la llevaron sus virtudes, interceda por él ante quien algunos dicen que lo puede todo, apenas protestará que no es justo, Justa, lo que me han hecho, se han reído de mi trabajo y del trabajo de nuestra hija, dicen que las vajillas de barro han dejado de interesar, que ya nadie las quiere, por tanto también NOSOTROS HEMOS DEJADO DE SER NECESARIOS, somos una fuente rajada con la que ya no vale la pena perder tiempo poniéndole lañas, tú tuviste más suerte mientras vivías”.
Lucila Argüello

«Escribo para desasosegar». Así lo dijo el maestro Saramago y lo logró puesto que nos deja pensando en cada frase que plasma.
Debo iniciar mencionando que abrí este libro con total respeto ya que fue escrito por un grande del pensamiento filosófico.
Iniciamos la lectura conociendo a los personajes: Don Cipriano Alvor, es un viejo artesano, descendiente de artesanos del barro o alfareros y quien soñaba con perpetuar su oficio hasta que su única hija, Marta, se casa con Marcial, un chico que trabaja de guardia en el centro comercial del centro de la ciudad; Una ciudad dentro de otra. En ese centro comercial se habían construido edificios habitacionales para los trabajadores del mismo centro comercial, edificios tan altos, tan pequeños, con tan poca luz y ventilación que solo alguien con tan poca sed de libertad sería capaz de habitar, eso creía Don Cipriano hasta que a su yerno le avisan que en cuestión de días tendrá que habitar un departamento de esos por ser guarda del centro.
Don Cipriano explica con ese pensamiento de hombre viejo y caminado por la vida, los motivos por los que él nunca podría sentirse bien viviendo en esas paredes; Ni tan siquiera un pájaro puede ser bienvenido a esos edificios, ni un pez, mucho menos su nuevo amigo, un perro al que llamó "Encontrado", porque se lo encontró y se lo quedó, o quizá el perro encontró a Don Cipriano o los dos se encontraron para aminorar las penas. Es bien sabido que los perros son los mejores amigos del ser humano, a un perro le cuentas tus cuitas y se quedarán a buen resguardo por siempre.
Como decía, Don Cipriano andaba por ahí filosofando y arrastrando los pies y las penas desde que el centro comercial le avisara que sus artesanías de barro ya no se vendían y por tanto le pedía retirar todo su producto. Retirarlo era como decirle que él ya también fuera pensando en retirarse de su trabajo, de sus sueños y de la vida. Era darse cuenta que dejamos de servir y de ser cuando ya no sabemos qué hacer, sin nuestro trabajo, sin ser productivos. Es retirarse a esperar que el invierno de nuestras vidas nos sepulte.
Toda una tradición de alfareros se pierde con su familia, la gente ya no compra sus artículos de barro y marmolina, el plástico ha ganado terreno, triste realidad es mirar todo lo perdido con el paso del tiempo: lenguas, oficios, y un sin fin de historias, gracias a lo que nos van obligando los más poderosos, los que se hacen millonarios a través de lo novedoso, de lo industrial, de lo práctico y reemplazable. En eso andaba nuestro amigo hasta que a su hija se le ocurre una idea: ofrecer otros productos, otros sueños de que aferrarse, así transcurre una buena parte del libro creando en barro; Mientras tanto, la familia va tratando de no abandonarse a la desesperación que el futuro les depara. Don Cipriano no quiere pero debe ir a vivir a esos edificios que, para él parecen una caverna, sueña con la caverna, mira el banco depositado en su horno y se pregunta ¿para que un banco dentro de un horno?, ¿con qué fin está ahí dispuesto, un banco que al sentarse impide mirar más que la pared?
De a poco el alfarero va dando cuenta de que hay algo extraño en ese centro, engulle a los hombre y mujeres, engulle sus oficios, su pensamiento, aún así va con su familia a vivir a esa caverna. No tarda mucho cuando comprende la manera que tiene el centro comercial de adueñarse de la gente, los condenan de por vida a no mirar, por eso no hay ventanas, a no respirar aire fresco que les recuerde la libertad, a no tener contacto con la naturaleza a la cual pertenecieron en un tiempo feliz y decide retornar a su humilde pero feliz libertad.
Don Cipriano descubre que para el centro comercial ya no sirve, pero su corazón ¡sí sirve! Así que sin titubear, corre a los brazos de la mujer que en silencio le esperaba para vivir lo que le reste de vida.
Una bella alegoría de lo que dejamos a cambio de pertenecer a un mundo artificial, la deshumanización y la perdida de nuestras raíces.
La Caverna de Saramago es una representación que Platón describió,​ en su alegoría de la caverna, un espacio cavernoso en el que se encuentran un grupo de hombres prisioneros desde su nacimiento, con cadenas que les sujetan el cuello y las piernas, de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza.
Con muy pocos personajes en la historia, Saramago retoma lo descrito por Platón: El prisionero que escapa pasa de la ignorancia al conocimiento. Los prisioneros son una metáfora de la condición de las personas en la sociedad.
No cabe duda que el maestro Saramago era un gran visionario, así lo deja visto en una entrevista al diario italiano Il messaggero, José Saramago decía: «No solo ha terminado un siglo, ha terminado una civilización. En la comunicación directa interviene la mirada, el olor, la presencia física. En una carta puede todavía caer una lágrima, pero el correo electrónico nunca puede ir acompañado de emociones. Los hombres terminarán un día encerrados en una habitación con una pantalla, comunicando con todo el mundo pero solos. Es la venganza de la tecnología, que el hombre contemporáneo necesita pero que le hacen perder las emociones y su identidad. Es un escenario terrible».
Leer el libro, La Caverna, nos dejará claro la lucha interna que el escritor tenía con el mundo que le tocó vivir y que sin duda tendremos que padecer nosotros los lectores al finalizar su lectura.
¡Un libro que ahora será de mis favoritos!
Blanca Toral

4 comentarios:

  1. Es una novela que yo también recomiendo y que nos da mucho que pensar.

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  2. La leí hace ya varios años y tengo muy buen recuerdo, sobre todo del personaje principal.

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  3. No la he leído pero tengo ganas de hacerlo.

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  4. Exelente libro,cómo todos los demás de Don José Saramago,*Súper*

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